5. LA REPOBLACIÓN DEL TERRITORIO CONQUISTADO.
Los extensos territorios conquistados a los musulmanes en este período fueron repoblados con población cristiana. Para ello, el sistema anterior de la presura u ocupación libre de la tierra fue
sustituido por sistemas de repoblación organizados por los reyes o por los condes.
5.1 La repoblación concejil o municipal.
En la repoblación de los valles del Duero, del Tajo y del Ebro se acudió a la repoblación concejil. En este sistema, el territorio conquistado se dividía en concejos o municipios, formados por una villa o ciudad amurallada y un término municipal o alfoz.
Cada concejo recibía del rey un fuero o ley, que recogía los deberes, derechos y privilegios de sus habitantes: la ayuda militar que debían prestar al rey, los impuestos a pagar, el permiso para celebrar ferias o mercados, etc. Los repobladores recibían una casa, o solar, y tierras cuyo tamaño dependía de la capacidad para hacer la guerra:los caballeros que poseían un caballo equipado la guerra recibieron más tierra que los peones, que carecían de él.
5.2 La repoblación por las órdenes militares.
Entre el río Tajo y Sierra Morena, y en los altos valles de los ríos Turia y Júcar, la repoblación se encomendó a las órdenes militares. En estas zonas, fronterizas, peligrosas y de escasa población las órdenes militares, formadas por monjes-guerreros, recibieron extensos señoríos denominados maestrazgos. A cambio, debían defender el territorio asignado y fomentar su poblamiento.
5.3 La repoblación por repartimiento.
En el valle del Guadalquivir, Murcia, la costa valenciana y las islas Baleares, se empleó el sistema el repartimiento; es decir, el territorio se repartió de forma proporcional a la participación en la conquista. Así, los nobles recibieron grandes propiedades, y las gentes del común, pequeños lotes de tierra.
A los musulmanes que se rindieron sin luchar se les permitió permanecer en los arrabales urbanos o en el campo; mientras que en las zonas que se resistieron, los vencidos fueron expulsados.
El fuero de Cuenca.
"Entre las cosas que doy y otorgo a todos los habitantes de la ciudad de Cuenca, y a todos los que vengan después, es, a saber, Cuenca con todo su término: montes, fuentes, pastos, ríos, salinas, minas de platas y hierro y cualquier otro metal.
Cualquiera que tuviese casa en la ciudad, si la tiene poblada, queda exento de todo tributo (...). Cualquiera que labre la tierra, tanto si vive en la ciudad como en la aldea, pague al concejo 60 mencales y tenga la heredad libre.
En pro y honra de la ciudad de Cuenca, otorgo que haya feria que comience ocho días antes de la fiesta de Pascua y dure ocho días después de la fiesta.
Los sistemas de repoblación.
Las Ordenes Militares.
Orden de Calatrava. Orden de Alcántara.
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