Nota:10
3. El imperio bizantino (II). La sociedad y el arte
3.1. La sociedad bizantina
La sociedad bizantina se organizaba en tres niveles. En el nivel superior se situaban la aristocracia y los altos cargos de la Iglesia, que poseían grandes latifundios y ocupaban puestos destacados en el gobiernos y la administración.
En el nivel intermedio estaban el resto del clero, los funcionarios del Estado, los ricos comerciantes y los campesinos libres. Y en el nivel más bajo, los siervos y los esclavos.
3.2. La Iglesia y sus problemas
La Iglesia ejerció una gran influencia sobre la sociedad bizantina. De hecho, estuvo estrechamente vinculada al poder político pues coronaba al emperador; poseía grandes propiedades, y controlaba espiritualmente a una sociedad donde las disputas religiosas solían mezclarse con las sociales. Sin embargo, tuvo que hacer frente a dos graves problemas:
- Las luchas iconoclastas se originaron cuando algunos emperadores prohibieron el culto a las imágenes sagradas, o iconos, buscando reducir el poder de los monasterios y apropiarse de sus bienes. La prohibición desató graves conflictos sociales entre los siglos VIII y IX, aunque al final se impuso el culto a las imágenes.
- El Cisma de Oriente se debió a la rivalidad entre el patriarca de Constantinopla y el papa de Roma por su primacía sobre la cristiandad. Terminó en 1054 con la separación o cisma entre la Iglesia occidental o romana y la oriental. Esta última, que pasó a llamarse Iglesia ortodoxa, extendió su área de influencia por Europa oriental con la evangelización de los pueblos eslavos.
3.3 El arte bizantino
- La arquitectura utilizó materiales pobres como el ladrillo; columnas como soporte; arcos semicirculares; y cubiertas planas o abovedadas, especialmente la cúpula sobre pechinas. El edificio principal fue la iglesia, que adoptó planta rectangular, cuadrada, octogonal o de cruz griega. Los ejemplos más destacados son la basílica de Santa Sofía de Constantinopla, encargada por Justiniano; y la iglesia de San Vital, en Rávena, ambas del siglo VI.
- Los mosaicos decoraban las paredes y cúpulas del interior de las iglesias. Entre los más famosos figuran los de San Vital de Rávena, que representan al emperador Justuniano y a su esposa Teodora, con su séquito, llevando ofrendas a la iglesia.
- Los iconos eran imágenes religiosas. En su mayoría estaban pintadas sobre tabla y solían emplear el dorado en la representación. Su forma de representar escenas religiosas y las imágenes de Jesucristo, la Virgen y los santos ejerció una gran influencia en el arte posterior.
La iglesia de Santa Sofía:
Mosaico de Justiniano:
MARÍA LÓPEZ RUIZ 2ºESO B Nº13
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